Cómo las redes sociales están afectando tu entrenamiento.
Vivimos en un mundo donde el primer paso para motivarse a entrenar no es ponerte las zapatillas, sino abrir Instagram o TikTok. ¿Por qué? Porque las redes sociales, esos infinitos scrolls de cuerpos esculpidos y frases motivacionales, parecen haberse convertido en el nuevo entrenador personal… aunque, si somos honestos, también pueden ser tu peor enemigo en la sala de entrenamiento. ¿Te has preguntado cómo las redes sociales están afectando tu entrenamiento? Bueno, si aún no lo has hecho, quédate, porque en este artículo vamos a mezclar un poco de ironía con algunas verdades incómodas sobre el impacto del algoritmo en tu motivación y percepción del cuerpo.
Las expectativas: Bienvenido al mundo de los «entrenadores virtuales»
Vamos a ser sinceros: abres Instagram y lo primero que te encuentras es a ese influencer con abdominales perfectamente definidos y una sonrisa que parece salida de un anuncio de pasta dental, haciendo una rutina de 10 minutos «milagrosa» que promete transformar tu cuerpo. ¿El problema? Lo que no te cuentan es que esa persona ha estado entrenando durante años, con un equipo de nutricionistas y fotógrafos que se aseguran de que todo se vea «perfecto». El resultado: tú en tu gimnasio en Barcelona, mirando tu reflejo en el espejo del tatami después de una clase de kickboxing, preguntándote por qué tus abdominales no se ven tan marcados después de un solo entrenamiento.
Spoiler alert: no son tus abdominales, es el algoritmo. Las redes sociales están diseñadas para mostrarte lo que «quieres» ver, lo que genera más likes, lo que parece perfecto. Y así, entras en una batalla diaria entre tus expectativas y la realidad. Mientras tú sudas la gota gorda en una clase de MMA o boxeo, en Instagram ves cuerpos que parecen haber sido esculpidos en un laboratorio. Lo que no ves es el trabajo real que hay detrás, o peor aún, las ediciones digitales que distorsionan por completo la realidad.
La motivación en tiempos de «likes»
La motivación es un recurso valioso en cualquier rutina de entrenamiento. Pero, ¿qué pasa cuando esa motivación empieza a depender de los «likes» que recibes por tu último post en el gimnasio? ¿Cuántas veces has estado más pendiente de la foto que te van a tomar en la clase de krav maga que de la técnica que estás aprendiendo? Aquí es donde las redes sociales se convierten en una trampa. Mientras tú intentas perfeccionar tu gancho, estás pensando en si esa foto con los guantes te hará ganar más seguidores o no.
No me malinterpretes: compartir tus progresos en redes puede ser motivador. Todos queremos un poco de reconocimiento, pero cuando tu entrenamiento empieza a girar más en torno a los likes que a tu progreso real, estás en terreno peligroso. El kickboxing o el Muay Thai no se practican por la cantidad de seguidores que vas a ganar, sino por la fuerza, resistencia y disciplina que construyes con cada sesión. Entrenar para las redes es como pelear con un saco de boxeo lleno de aire: puede parecer impactante, pero no tiene ningún peso real.
¿El «cuerpo perfecto»? Solo un mito bien editado
La mayoría de las imágenes de cuerpos perfectos que ves en redes sociales no son 100% reales. Seamos sinceros, si todo el mundo tuviera abdominales visibles las 24 horas del día, el planeta sería un desfile de maniquíes andantes. Pero la realidad es diferente. Aquí, en nuestro gimnasio de deportes de contacto en Barcelona, sabemos que el cuerpo perfecto es el que se construye con esfuerzo, sudor y dedicación, no con filtros y ediciones en Photoshop.
No te compares con lo que ves online. Cada cuerpo es diferente, y lo que realmente importa es cómo te sientes y cómo mejoras día a día. Si te centras en el kickboxing o en el boxeo, verás resultados reales: un mejor estado físico, más fuerza, mayor resistencia y, lo más importante, una mente más fuerte y disciplinada. Eso es algo que el algoritmo no puede ofrecerte.
Entrena para ti, no para el «feed»
Esto puede sonar básico, pero vale la pena repetirlo: entrena para ti mismo, no para el feed de Instagram. Cuando entras en nuestro gimnasio, ya sea para una clase de krav maga, MMA o simplemente para mejorar tu técnica en boxeo, deja el teléfono en el vestuario y concéntrate en lo que realmente importa: tu progreso. Aquí no importa cuántos seguidores tienes, sino cuánto esfuerzo pones en cada entrenamiento. El verdadero logro no es una foto perfecta, sino esa patada que finalmente lograste dominar o esa serie de combinaciones que hiciste sin perder el ritmo.
El algoritmo te dirá que lo que importa es la estética, pero nosotros te decimos que lo que importa es la constancia. Nadie en el tatami está juzgando cuántos likes tienen tus abdominales. Lo que importa es que aparezcas, entrenes, aprendas y te esfuerces en cada clase.
Vuelve a conectar con tu cuerpo, no con la pantalla
Al final del día, los deportes de contacto son sobre ti y tu cuerpo. El algoritmo no siente, no suda y, definitivamente, no se levanta cuando cae. Tú sí. Cuando te adentras en una clase de Muay Thai o te subes al tatami para entrenar krav maga, te estás enfrentando a tus propias limitaciones y, poco a poco, las estás superando. Esa es la verdadera motivación, el verdadero progreso.
Las redes sociales seguirán mostrando cuerpos irreales y vidas perfectas, pero tú, en nuestro gimnasio en Barcelona, sabrás que lo que realmente cuenta es el trabajo que pones cada día. Así que la próxima vez que te sientas tentado a comparar tu progreso con lo que ves en tu feed, recuerda que el único algoritmo que realmente importa es el que te impulsa a ser mejor cada día.
Así que ya sabes, cuando entres a entrenar, deja las redes fuera del tatami. Aquí no venimos a competir con influencers, venimos a competir con nosotros mismos.